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Rafael Botí y su mujer Isidra Torres. El matrimonio Botí fotografiado por su gran amigo Manuel. Extraordinario artista, hermano de la poetisa Concha Lagos, también cordobeses. 1942
Rafael Botí y su mujer Isidra Torres. El matrimonio Botí fotografiado por su gran amigo Manuel. Extraordinario artista, hermano de la poetisa Concha Lagos, también cordobeses. 1942

Extracto Biográfico

RAFAEL BOTÍ
(Córdoba 1900 - Madrid 1995)

Nace en Córdoba, el día 8 de agosto de 1900. Hijo de Santiago Botí Company, natural de Alcoy (Alicante), músico del Centro Filarmónico de Córdoba y de la Orquesta Sinfónica de Madrid, y de Margarita Gaitán Gavilán, nacida en la localidad cordobesa de El Carpio. 

Estudia dibujo con Julio Romero de Torres, modelado con Victoriano Chicote e Historia del Arte con Ricardo Agrasot, en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba siendo entonces director el gran escultor Mateo Inurria, teniendo como compañeros a Antonio Rodríguez Luna, Enrique Moreno “El Fenómeno”, Ángel López Obrero, Antonio Merlo, Rafael Romero de Torres y Octavio Nogales, también estudia música en el Conservatorio Superior Eduardo Lucena, teniendo como profesor a Cipriano Martínez Rücker.

En 1917 se traslada a Madrid e ingresa en el Conservatorio Superior de Música y en la Escuela de San Fernando de Bellas Artes. En ese mismo año, mediante oposición, pasa a formar parte de la Orquesta Filarmónica de Madrid como profesor de viola y en 1930 de la Orquesta Nacional de España.

Desde 1918 asiste como discípulo al taller de Daniel Vázquez Díaz, junto a Pablo Zelaya, Miguel Rodríguez Acosta, Jesús Olasagasti, Juan Manuel Díaz Caneja, Isaías Díaz, José Caballero, Juan Antonio Morales, Cristino de Vera y Rafael Canogar. entre otros, uniéndole desde entonces una gran amistad con el maestro. 

Su primera exposición personal la celebra en Córdoba, en el año 1923, en el Círculo de la Amistad. La Diputación Provincial cordobesa le concede en 1925 una beca para ampliar estudios en Madrid, y en 1929 y 1931 le pensiona en París, donde se deja influir del ambiente artístico del momento. 

Con Emiliano Barral, Winthuisen, Planes, Moreno Villa, Castedo, Souto, Climent, Díaz Yepes, Pérez Mateos, Francisco Maura, Rodríguez Luna, Santa Cruz, Isaías Díaz, Pelegrín, Servando del Pilar y Francisco Mateos fundan la “Agrupación Gremial de Artistas Plásticos” y lanzan un manifiesto de vanguardia (29 abril 1931) para luchar contra todo lo que signifique arbitrariedad, con el propósito de dar un sentido amplio y renovador a la vida artística nacional. 

En los primeros días de la guerra civil su casa de Madrid es destruida en un bombardeo, y se desplaza con su familia a Manzanares (Ciudad Real), donde ejerce durante los tres años de la contienda como profesor de dibujo y bibliotecario en el Instituto de Enseñanza Media, posteriormente se desplaza definitivamente a Madrid. 

Realizó un número importante de exposiciones individuales –Córdoba, Madrid, París, Bilbao, Salamanca, Barcelona, Sevilla, Huelva, Nueva York, Granada, Lisboa… entre otras– y colectivas tanto en España como en el extranjero, entre las que podemos destacar: Exposiciones Nacionales, I Bienal Hispanoamericana de Arte, Pintura Contemporánea en Lima, Exposición de Arte Actual en Santiago de Chile, Artistas Espanhóis Contemporáneos en Lisboa, Artistas Independientes, Salones de Otoño, Arte Español 1925-1935. Exposiciones Internacionales de Barcelona, Exposición de Arte Moderno en Granada, Maestros de la Pintura Andaluza Contemporánea en Sevilla, etc. 

El Ayuntamiento de Córdoba le designa Hijo Predilecto y le concede la Medalla de Oro de la Ciudad en 1979, y en ese mismo año la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, le nombra Académico Correspondiente; la Asociación de Artistas Plásticos Cordobeses, su Presidente de Honor; la Academia Libre de Arte y Letras de San Antón, le otorga el rango de Académico Ilustre. Fue galardonado en la Exposiciones Nacionales de los años 1924 y 1964 y en la Regional de Artistas Andaluces de Granada en 1930. En 1980 el Ministerio de Cultura le concede la Medalla al Mérito en las Bellas Artes. En 1990 es elegido por designación popular “Cordobés del Año” y en 1992 le es concedido el Premio Especial del Jurado en los Premios Nacionales de Artes Plásticas. 

El prestigioso crítico de arte Antonio Manuel Campoy escribió –juicio que encierra en verdad, el sentimiento que Botí sentía por su pueblo– lo siguiente: “El pintor Rafael Batí es cordobés, y esté donde esté, y pinte lo que pinte, el pintor Rafael Botí está siempre en Córdoba y todo lo que pinta, de Córdoba es. No importa que esté, tantas veces, ¡ay!, lejos de su ciudad, en Madrid, en París, orillas del Mediterráneo. No importa. El está en Córdoba, Córdoba va con él. Uno y otro se acompañan inmarcesiblemente. El pintor lleva en los nidos del corazón y del oído sus campanas, y lleva en los ojos su claridad. Su vida, toda su vida es un huerto de recuerdos cordobeses, de canciones, de voces familiares, de plazuelas, de lindos muchachos lejanos, de toreros, de un bosque prodigioso de columnas multicolores. Para el pintor, Córdoba permanece eternamente iluminada, de día por el sol, de noche por las doce mil lámparas de la Mezquita. Esté donde esté, y pinte lo que pinte, Rafael Botí Pinta siempre en su ámbito cordial de Córdoba. Córdoba siempre.

¿Es, en definitiva, Rafael Botí el supremo pintor de Córdoba? Lo es, cierto que de manera diferente a la de Julio Romero de Torres, ambos son semillas y plantas cordobesas, cierto que sin relación temperamental ni temática alguna. Son medios distintos, pero mundos cordobeses. La Córdoba de Rafael Botí aparece como una amada reencontrada através de su nostalgia misma. En estos patios cordobeses de Rafael Botí poetizan su secreto las tres culturas de Córdoba: la judía, la cristiana y la árabe. Un silencio milenario cobija estos patios llenos de sosiego, pulcros, frescos, iluminados por cielos siempre benignos. La Andalucía de Botí, es popular y aristrocrática a la vez Su maestro Vázquez Díaz escribió de él que en nuestra España sólo hay un pintor de esta pureza: Regoyos en sus pequeños paisajes franciscanos…”. 

Poseen obras suyas, en Madrid: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, Museo de la Historia de Madrid, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Palacio de Liria (Duques de Alba), Ayuntamiento de Madrid, Ministerio de Trabajo, Tabacalera y Banco de Madrid. En Córdoba: Museo Provincial de Bellas Artes, Museo Taurino, Ayuntamiento, Diputación, Museo Diocesano, Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí, Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, Conservatorio Superior de Música, Cajasur. Patronato Lozano Sidro y Diario Córdoba. En Zaragoza: Museo Camón Aznar. En Cuenca: Excma. Diputación. En Almería: Cuevas de Almanzora, Museo Antonio Manuel Campoy. En Bilbao: Museo de Bellas Artes y Asociación Artistas Vascos. En La Coruña: Museo Camilo José Cela. En Nerva (Huelva): Museo Daniel Vázquez Díaz y en Sevilla: Palacio de las Dueñas (Duques de Alba) y Museo de Bellas Artes. En Jaén Museo Provincial, en Huelva Museo Provincial. En Alicante, el Museo de BBAA de Alicante.

Fallece en Madrid, el día 4 de Febrero de 1995.

En 1998 la Diputación de Córdoba constituye la Fundación Provincial de Artes Plásticas “Rafael Botí”.

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