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Rosa AguilarAlcaldesa Ayuntamiento de Córdoba

Rosa Aguilar

En 1979, en el inicio de la constitución de las primeras corporaciones locales democráticas, el Excmo. Ayuntamiento de Córdoba otorgaba la Medalla de Oro de la Ciudad a Rafael Botí. «Con la soñante mano del recuerdo» conmemoramos el centenario del nacimiento de Rafael Botí. Y también los dígitos han querido emparentar este aniversario con el setenta de la muerte de Julio Romero de Torres; irrelevante casualidad que nos remonta a aquella otra en la que Botí conocía a Romero de Torres mientras esperaba sus clases en el Conservatorio de Música. Ahí nacería la afición a la pintura de Botí y descubriría una vocación que alimentó a lo largo de su vida. No podía llegar de otra manera este impulso inicial, pues Romero de Torres constituía en aquellos primeros años del siglo un referente exitoso capaz de provocar admiración y vocación artística.

Despertada su vocación en la Córdoba de Romero de Torres, serán, sin embargo, Madrid y Daniel Vázquez Díaz quienes condicionarán la definitiva trayectoria artística de Rafael Botí. Aunque los motivos cordobeses nunca la abandonaron por completo, la pintura de Botí no puede entenderse desubicada del ambiente de vanguardismo artístico y literario que respiraba el Madrid de los años veinte. Y, menos aún, de quien fuera su maestro indiscutible y, finalmente, amigo, don Daniel. 

En las primeras décadas del siglo XX, España presentaba un tipo de arte marcado por un conservadurismo y por un academicismo tanto en las formas como en los contenidos. En tal contexto, la llegada de Vázquez Díaz a Madrid de regreso de París supuso la entrada de nuevos aires y el contacto con las primeras vanguardias europeas. De esta renovación y reordenación de la pintura española se beneficiaría Rafael Botí.

Estamos ante una exposición que reúne a tres grandes autores de la pintura andaluza del siglo XX, dos de ellos cordobeses. Sin rubor, me atrevo a decir que esta iniciativa constituye un acierto de primera magnitud al poner al alcance de los visitantes a la exposición tres reflejos bien significativos del desarrollo pictórico contemporáneo. Y tal es la cualidad de la propuesta que esta muestra que viaja en el tiempo, lo hará también en el espacio visitando otras ciudades españolas y europeas.

Finalmente, logro también de esta iniciativa debe considerarse la conjunción de esfuerzos públicos y privados. Diputación, Cajasur y Ayuntamiento hemos sabido captar la importancia del evento y la oportunidad de su impulso decidido.

 

DEL CATÁLOGO BOTÍ Y SUS MAESTROS (2000).

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