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Cecilio BarberánCrítico de arte

Con el Alcalde de Madrid, Juan Barranco, y la nieta de Vázquez Díaz, reunidos con muchos antiguos discípulos de Don Daniel: Fernando Rives, Luis Caruncho, José Caballero, Pedro Rodríguez, Rafael Canogar, Cristino de Vera, Javier Clavo y Juan Manuel Díaz Caneja. Madrid, 1986

Córdoba, en los cuadros de Rafael Botí.

 

De Rafael Botí dice Vázquez Díaz, el maestro de la nueva pintura española, que su sensibilidad le lleva a “gustar de colores limpios, en arminias claras y diáfanas de luces perladas, colores y matices delicados, de resoles febriles y fugitivos en las tardes trasparentes en que el artista se extasia gozoso de encontrar la superficie cromática de cada día y de cada hora”.

Estas autorizadas palabras pronto nos hacen entrar en la médula de la obra dicho pintor. ¿Cuál es ésta? La que refleja con la mayor sencillez, tanto de líneas como de planos de color, al pintar aspectos del campo y del urbanismo de Córdoba. Hay en la factura de Botí un constante que le lleva a simplificar hasta lo sumario cuantos asuntos de dichos temas pinta.

 

Cecilio Barberán
“Hoja del Lunes”, noviembre 1962

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