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Luis CarunchoPintor y miembro de las Asociaciones Nacional e Internacional de Críticos de Arte

Con Luis Caruncho en la exposición que celebró en el Museo de la Ciudad. Madrid, 1993.

La pintura de Rafael Botí ha sabido, admirablemente, acompasar tendencias y corrientes aunándolas en una encalmada imagen de íntimo y delicado lirismo. No hay que olvidar que el propio Vázquez Díaz incluía a Botí entre los Nabis, con su visión como reciente y emocionada de las cosas. Ya que este maestro cordobés –Medalla de Oro de la ciudad– recoge en urgentes y al mismo tiempo reposadas instantáneas lugares y paisajes, objetos y figuras. Un aliento poético anima siempre estas composiciones donde una paz, una humanizada soledad llega puntualmente al espectador. Y todo ello sin grandes alardes ni aspavientos técnicos, sino con la sencillez y la mesura, la simplicidad analítica de las cosas. Acercándose con su luz y su volumen en esquemas cromáticos de gran limpidez, de pulcra y enamorada visión.

CORREO DEL ARTE, OCTUBRE DE 1989.

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